Cómo leer etiquetas de cosméticos

Descifrar las etiquetas de cosméticos es como intentar leer jeroglíficos egipcios sin piedra Rosetta… hasta que aprendes los trucos básicos que te convierten en detective de ingredientes.

La industria cosmética mexicana sigue la NOM-141 y el sistema INCI internacional, creando un lenguaje universal que (con práctica) revela exactamente qué te estás untando en la cara.

Los primeros 5 ingredientes representan el 90% del producto, así que ahí está la verdadera fórmula

El símbolo PAO te dice cuánto tiempo usar el producto tras abrirlo (6M, 12M)

Evita los parabenos, ftalatos y formaldehído que actúan como disruptores hormonales

La nomenclatura INCI usa nombres científicos latinos para ingredientes botánicos

Las declaraciones médicas están prohibidas; desconfía de promesas milagrosas

Descifra la lista de ingredientes INCI y su concentración real

La lista INCI (International Nomenclature of Cosmetic Ingredients) no es una conspiración para confundirte… aunque a veces lo parezca. Este sistema internacional ordena los ingredientes de mayor a menor concentración, convirtiendo esa lista interminable en un mapa bastante revelador del producto.

Los primeros cinco ingredientes son los protagonistas absolutos del show cosmético. Representan aproximadamente el 90% de lo que hay en ese frasco bonito, así que si buscas ácido hialurónico y lo encuentras en el puesto número 15… pues mejor busca otro producto (o acepta que estás pagando por agua cara con un toque homeopático de lo que querías).

Entre los primeros lugares casi siempre encontrarás:

  • Agua (Aqua) – la base de casi todo
  • Emolientes – los que dan esa textura sedosa
  • Conservantes – los necesarios pero no tan glamorosos
  • Surfactantes – en productos de limpieza
  • Humectantes – los que mantienen la hidratación

Los ingredientes al final de la lista están presentes en menos del 1%, pero ojo… no los subestimes. Algunos activos como el retinol o los aceites esenciales son tan potentes que más cantidad sería contraproducente. La dosis efectiva importa más que la cantidad total.

Para identificar ingredientes botánicos busca nombres latinos entre paréntesis. Por ejemplo, “Aloe Barbadensis Leaf Extract” es sábila, mientras que los sintéticos suelen tener nombres que parecen trabalenguas químicos. La “e” junto al peso indica contenido neto; “fl. oz” señala líquidos y “net wt.” sólidos.

Ingredientes tóxicos que debes evitar en tus cosméticos

Algunos ingredientes son como esos ex tóxicos que mejor mantener alejados… solo que estos viven en tu baño. Los parabenos (methylparaben, propylparaben y sus primos) actúan como disruptores endocrinos que alteran tus funciones hormonales. Francia y Dinamarca ya los prohibieron (y ellos saben de belleza).

El dúo dinámico del mal, BHA y BHT (Butilhidroxianisol y Butilhidroxitolueno), son conservadores catalogados como posibles cancerígenos según estudios de OSPAT. Afectan tu sistema inmunológico y órganos… básicamente todo lo que no quieres que toque un cosmético.

Los ftalatos, especialmente el dibutilftalato en esmaltes de uñas, causan toxicidad reproductiva y disrupciones endocrinas. El formaldehído (sí, el mismo que usaban en clases de biología) es un cancerígeno probado que aún aparece disfrazado en algunos productos.

La lista negra continúa con ingredientes que deberías evitar:

  • P-fenilendiamina y colorantes CI – neurotóxicos en tintes para cabello
  • Siloxanos – suavizantes con sospecha de toxicidad hepática
  • Aluminio – en antitranspirantes, asociado con cáncer de mama
  • Polietilenglicol (PEG) – bases en cremas que pueden dañar el sistema nervioso

Estos ingredientes no solo afectan tu salud; también son tóxicos para ecosistemas acuáticos. Cada vez que te lavas la cara, parte de estos químicos termina en el agua… y los peces no pidieron un tratamiento facial.

Información de seguridad: caducidad, PAO y advertencias esenciales

El símbolo PAO (ese tarrito abierto con un número) es tu mejor amigo para evitar infecciones oculares y brotes misteriosos. Indica los meses de uso seguro tras apertura: 6M significa seis meses, 12M un año… y si no recuerdas cuándo abriste ese rímel, mejor tíralo (tu oftalmólogo te lo agradecerá).

La fecha de caducidad garantiza que el producto mantendrá su eficacia y seguridad hasta esa fecha. Después… es ruleta rusa cosmética. El número de lote parece irrelevante hasta que hay un retiro del mercado y necesitas saber si tu crema es parte del problema.

Las instrucciones de uso no son sugerencias creativas. Si dice “evitar contacto con ojos”, créeme que no quieres experimentar. Las advertencias sobre alergias están ahí por algo, especialmente si tu piel es más dramática que telenovela mexicana.

Para el almacenamiento, sigue estas reglas básicas:

  • Evita exposición directa al sol (el baño con ventana no es el mejor lugar)
  • Mantén alejado de humedad excesiva
  • Cierra bien los envases después de usar
  • No compartas productos de aplicación directa (delineadores, máscaras)

Información de seguridad: caducidad, PAO y advertencias esenciales

El símbolo PAO (ese tarrito abierto con un número) es tu mejor amigo para evitar infecciones oculares y brotes misteriosos. Indica los meses de uso seguro tras apertura: 6M significa seis meses, 12M un año… y si no recuerdas cuándo abriste ese rímel, mejor tíralo (tu oftalmólogo te lo agradecerá).

La fecha de caducidad garantiza que el producto mantendrá su eficacia y seguridad hasta esa fecha. Después… es ruleta rusa cosmética. El número de lote parece irrelevante hasta que hay un retiro del mercado y necesitas saber si tu crema es parte del problema.

Las instrucciones de uso no son sugerencias creativas. Si dice “evitar contacto con ojos”, créeme que no quieres experimentar. Las advertencias sobre alergias están ahí por algo, especialmente si tu piel es más dramática que telenovela mexicana.

Para el almacenamiento, sigue estas reglas básicas:

  • Evita exposición directa al sol (el baño con ventana no es el mejor lugar)
  • Mantén alejado de humedad excesiva
  • Cierra bien los envases después de usar
  • No compartas productos de aplicación directa (delineadores, máscaras)

Requisitos legales mexicanos: lo que debe incluir según la NOM-141

La NOM-141 es como el reglamento de tránsito de los cosméticos en México. Exige que cada producto incluya el nombre del fabricante o responsable del producto, porque alguien tiene que dar la cara si algo sale mal.

El uso específico del producto debe estar claro: crema, loción, sérum… no “elixir mágico de juventud eterna”. La cantidad neta del contenido y el país de origen también son obligatorios. Si dice “Made in laboratoriosecreto.com”, huye.

Las declaraciones de curación están prohibidas. Un cosmético no puede prometer curar el acné, eliminar arrugas para siempre o devolverte los 20 años. Si lo hace, no solo miente… también viola la ley.

Los claims especiales requieren respaldo real:

  • Hipoalergénico – debe tener pruebas dermatológicas
  • Vegano – certificación visible o referencia comprobable
  • Orgánico – certificados de organismos reconocidos
  • Natural – porcentaje de ingredientes naturales especificado

Si un producto promete ser todo esto sin mostrar evidencia… probablemente sea tan real como el unicornio en la etiqueta. La NOM-141 existe para protegerte, pero solo funciona si tú también haces tu tarea de leer y cuestionar.